La idea de este proyecto nació para reducir los costos de producción de los truchicultores, en vista que el 70% de la inversión que hacen es para adquirir productos comerciales para la alimentación, indicó uno de los impulsores de esta iniciativa, Francisco Rodríguez
“Según la investigación que se hizo, los productores del campo no los utilizaban las pieles esquiladas de ovejas y alpacas, en muchos casos hasta se convertía un factor contamínate, por ello se inició a elaborar harina a base de esta sustancia”, dijo.
Indicó, que mediante un proceso se comprobó que este producto elaborado de piel de animal, era aprovechado satisfactoriamente en su alimentación por las truchas.