El impacto del calentamiento global, el acelerado crecimiento demográfico, la modificación de los usos de suelos, la urbanización descontrolada, la contaminación de las fuentes de agua y la inadecuada disposición del líquido residual de la minería, de las poblaciones ribereñas, de la ganadería, pesca y acuicultura, son los factores amenazantes para la cuenca.
El Estudio fue impulsado por el PNUMA, con la participación de más de cien científicos de Perú y Bolivia junto a las autoridades locales y poblaciones ribereñas al circuito lacustre. Alfonso Alem, editor general del Informe, explicó que el estudio GEO (Global Environment Outlook, por sus siglas en inglés) “es una especie de marca editorial del PNUMA, que se aplica en muchos lugares del planeta a distintas escalas”. La metodología GEO permite hacer una evaluación del estado de situación del medio ambiente, que en este caso se aplicó a toda la cuenca que para el estudio fue denominada Sistema TDPS.
El daño perpetrado a la cuenca, viene a respaldar las demandas de las poblaciones de Puno, que se oponen a la explotación minera, que es una de las fuentes de contaminación, hecho que durante los últimos dos meses ocasionó tensión en la frontera Perú-boliviana. Pero como se ha establecido, no es la única causa.
Entre las conclusiones de la investigación realizada entre 2007 y 2010 se evidencia que “las áreas más contaminadas en el lado peruano son la bahía inferior de Puno, el río Torococha y el curso inferior del río Coata; en el territorio boliviano, la bahía Cohana, el río Pallina, el río Seco y el río Katari”.
La contaminación al lago Titicaca, generada por las poblaciones ribereñas se produce por el desecho más de 100.000 toneladas de residuos anuales, lo que significa unos 100 kilogramos por habitante al año. La población del área estudiada llega a los 3.042.357 habitantes de 92 distritos municipales en el Perú y 87 municipios en Bolivia.
Según los estudios, el Titicaca es un lago sano debido al tamaño que tiene, por lo que todavía estamos a tiempo de evitar que ocurra lo que paso con el lago Popo, donde prácticamente ha desaparecido la biodiversidad que tenía.
El lago Poopó, de 84 kilómetros de largo por 55 de ancho, depende del aporte del río Desaguadero y el río Márquez, es el más afectado por la contaminación generada por las actividades mineras y la salinización que ha acabado la vida de los peces y las plantas.
Entre los focos contaminantes microbiológicos al sistema integral, que son consecuencia de los asentamientos humanos en regiones ribereñas, en el caso de Bolivia se cita a las ciudades de El Alto, Viacha, Laja y Pucarani, cuyos contaminantes llegan al lago Titicaca a través del río Katari, en la bahía de Cohana.
En el lado peruano la contaminación es mayor y compleja si se toma en cuenta la cantidad poblacional. “La ciudad de Puno, por ejemplo, tiene más de 150 mil habitantes y está a las orillas del lago Titicaca; y la ciudad de Juliaca tiene 250 mil habitantes”.
La contaminación minera tanto en Perú como en Bolivia es un problema serio, pese a la abundancia de normas preventivas dedicadas a la industria extractiva de minerales. La contaminación minera también se observa por los puntos de desemboque de los ríos que tienen actividad minera, como el Suches (frontera con Perú en Escoma) y el Ramis (Perú), ubicados hacia el norte”. Fuente: Jornadanet.com